LIBRE
(… o cómo
entender que quiere que la quieran viva)
Desconocía la
intrahistoria de la palabra misoginia; hasta que ante mí brotó en el tintineo
de su mirada, una mirada que imaginaba eternamente punzada.
Me sumergió
en la profundidad de unos ojos que tenían prohibido expresar sentimientos. Un
patriarcado en carne viva desmembró su felicidad.
Me contó que hay quien busca en la
noche familias de segunda mano con injusta desaprensión.
Por eso
siempre reproducía la misma pasión censurada. Intentando expulsar heridas,
fallas y sexuales clausuras.
Me dijo que
su emoción involuciona; que sólo es costumbre y que por obscena nostalgia se
revuelca contra ella. Que hace tiempo que cambió el mucho que perder por el poco
que sobrevivir.
Que las
relaciones desiguales le impusieron crueles complejos machistas. Que por eso
tiembla.
Conmigo destapó una versión de ella que ya no recordaba. Porque su
imposición era pesada y manipulaba ideas contradictorias.
Los comienzos de marzo le ayudaban a
hablar en futuro. A entender que es posible aislarse tibia de un mundo
enfermo mientras contemplas el vaivén embotellado del agua.
Juntos compartimos abiertas nuestras
compuertas. Echamos horas en vida. Y libramos nuestros miedos en domingos
infinitos.
Música: Prelude No. 21- Chris Zabriskie
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